domingo, 4 de septiembre de 2016

NUEVOS LOCALES PARA MORERUELA



Don Victoriano, el que fuera maestro de Moreruela desde un lejano fin de siglo expresa su "verdadera tristeza" por la construcción de las escuelas que todos conocimos y aporta sus opiniones con la posibilidad de que hubiesen sido edificadas a las afueras del pueblo, donde con el tiempo se levantara la caldera, hoy desaparecida.

Artículo publicado en El Heraldo de Zamora el 10 de junio de 1930:
NUEVOS LOCALES PARA MORERUELA

En Moreruela de los Infanzones tenemos nuevos locales para Escuela de niños y niñas, que han sido costeados con los fondos municipales y la prestación personal de los vecinos.
Esto, que constituye un orgullo para la mayor parte, o todos los habitantes del pueblo, a mi me causa verdadera tristeza. ¡Qué contraste!
Y es porque estos nuevos locales que podían considerarse buenos hace medio siglo, en la actualidad no pueden pasar de medianos, por no decir completamente malos.
¿Qué tienen los nuevos locales para poder uno estar orgulloso? Solamente unas salas de clase, que si bien son algo amplias, en cuanto a luz y ventilación, aún dejan un poquito que desear; y aquí terminan todas las demás dependencias.
¡Y qué buenos principios tuvimos para tener buenas escuelas! don Fabriciano Cid Santiago, vecino de Zamora, con su altruismo poco común en estos tiempos, cedió medio regalado a este municipio un gran solar, a las afueras del pueblo, en sitio muy apropósito para construir en él las referidas escuelas.
El delineante señor Gago, trazó los planos en dicho solar y en el croquis figuraba cada escuela con el correspondiente patio, ropero, sala de clase, jardín y corral: no se podía pedir más.
Pero vino después el tío Paco con la rebaja.
Unos cuantos padres y madres de familia, muy buenos, sí, muy honrados y que quieren mucho a sus hijos; un Ayuntamiento compuesto por personas muy honorables, pero "ayunas" de esto de escuelas y unas autoridades superiores muy complacientes con los mencionados padres y madres; dió por resultado aquello de que... "entre todos la mataron y ella sola se murió".
Las nuevas escuelas se han levantado en el mismo sitio que ocupaban las antiguas, sin más que las salas de clase, como queda dicho, y los niños y niñas tienen que hacer sus evacuaciones en plena calle, con detrimento de la higiene y de la moral.
¿No había maestro que protestara? dirán mis lectores.
Sí, hubo maestro que protestó, que dió la voz de alarma, pero su voz se perdió en el vacío: aún había dictadura en aquella fecha.

VICTORIANO PUENTE
Maestro jubilado
Moreruela de los Infanzones y
junio, de 1930




Del "Heraldo de Zamora".
Diario de la tarde.
Defensor de los intereses morales y materiales de la provincia.
Año XXXIV Siglo II Número 10971 - 1930 junio 10